La jornada de
Agroecología y Economía Solidaria realizada en nuestra ciudad me lleva a reflexionar acerca de la necesidad de profundizar en el tema, no sólo desde el punto de vista científico sino en los valores que promueve.
Se refleja el trabajo en equipo, la solidaridad, el compartir experiencias, el intercambio de ideas, los proyectos, las investigaciones.
En un tiempo donde todo sabe a carencias, dolores, angustias; este tipo de encuentros nos abre las puertas a los sentidos. Aprendemos a observar la naturaleza, sentir la brisa de sus propuestas, palpar la gente
comprometida desde hace años en esta forma de trabajo, saborear el gusto por el intercambio, aprender a escucharnos.
Se
destaca, así mismo, la inclusión ya no dirigida hacia un sector social vulnerable; sino la inclusión de todos: los especialistas y los que no lo somos, el ama de casa, el docente o el doctor, desde los que tienen una huerta en el patio de su casa hasta el pequeño, mediano y gran productor.
A modo de ejemplo les dejo un video del Complejo Ecológico Naturaleza Viva, un espacio productivo y educativo del norte santafesino con un enfoque de desarrollo ecológicamente sustentable.